Este martes (día 5) tomaré un coche-cama durante doce -eternas o insignificantes- horas que me dejará a las puertas de la ciudad de Orléans a las 7.29 de la mañana. Y así, con mi maleta cargada de cosas que no valen nada, llegaré a un campus donde me espera una pequeña habitación de 9 metros cuadrados y un lago de ilusiones que borbotean en el idioma que Verlaine dejó de escribir.
¡¡ Deseadme suerte!!Y no os olvidéis de mí (aunque seguiré actualizando, os lo aseguro ^^)