lancé mis reventados zapatos bien lejos, me tiré en la cuneta con el sombrero calado y estaré durmiendo hasta que la tempestad amaine, aunque me lleve consigo.
Ahora no tengo fuerzas para luchar contra ella, tal vez cuando despierte....
/más Quevedo que nunca/
2 comentarios:
No me gusta verte así.
Una chica tan viva, con ese espiritu de derrota... no es propio de ti.
Pero claro, todos tenemos días malos.
Un besote y ánimo!!
Nenita, somos dos; yo ando recluido en mi amargo nido de las derrotas.
Si quieres encontrarme
Ya sabes dónde estoy...
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