Tengo una Visa a tus deseos.
Sé qué hacer para que quieras desnudarme
y morderme
y besarme los labios hasta hacerme rabiar.
Sé lo que te gusta y juego
a dártelo, y a veces
te lo niego. Entonces, como enojado,
juegas a que ya no me quieres.
Pero no es verdad.
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2 comentarios:
Ejem
El juego de la seducción. Hace tiempo que no juego, pero recuerdo que era divertido.
Saludos Kamenah.
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