Ha muerto porque este siglo no era para él.
Cómo dejarse llevar por las calles de este mundo, ruidoso y estresado, cuando tu tarjeta de presentación se caracteriza por la elegancia de un cuerpo silencioso y la fragilidad de un indiscutible genio casi anacrónico, impregnado por la fuerza decimonónica del blanco y negro en su cara y la huella del cine mudo, que marcó para siempre el resto de su vida.
Marcel Marceau, o del arte de hacer llorar con una sonrisa (y viceversa):
La ilustración es de Eneko, cuyos trabajos podéis disfrutar diariamente en 20minutos.es
4 comentarios:
Mimos como él hacen que me guste el mimo aunque no me gusten los mimos.
Y la ilustración, muy bonita.
uf,genial esta entrada,he disfrutado muchisimo.
besitos
Por lo visto, este siglo no está hecho para los genios...
Y en todos los idiomas, eh!
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