30 agosto 2006

Próxima estación

Este martes (día 5) tomaré un coche-cama durante doce -eternas o insignificantes- horas que me dejará a las puertas de la ciudad de Orléans a las 7.29 de la mañana. Y así, con mi maleta cargada de cosas que no valen nada, llegaré a un campus donde me espera una pequeña habitación de 9 metros cuadrados y un lago de ilusiones que borbotean en el idioma que Verlaine dejó de escribir.

¡¡ Deseadme suerte!!

Y no os olvidéis de mí (aunque seguiré actualizando, os lo aseguro ^^)

06 agosto 2006

Noches en vela [4]


Tras varias noches durmiendo a la interperie me di cuenta de cuán oscuro es el cielo cuando los sueños no nos dejan pegar ojo mientras bailan un escrupuloso vals las estrellas.Aunque bien es cierto que en las afueras de la ciudad las luces que iluminan el agotado asfalto impiden ver con su niebla el resplandor de la negrura celeste, y es entonces cuando la bondad del desvelo nocturno se convierte en un pálido hastío que encona cada terminación nerviosa de nuestro cuerpo.

Pero ahora esa es otra cuestión.

Aquí el cielo sigue siendo espontáneo como después de la gran explosión, algún tizón se desprende de la cola de un astro de vez en cuando y constantemente puedo cerrar los ojos para pedir un deseo, siempre el mismo: que aunque en este momento no estés a mi lado para compartir la frialdad de la madrugada, la brújula no nos traicione nunca y sigamos compartiendo descalzos este insondable viaje.

Y así, con la dulzura de tu recuerdo, me sorprende el olvidadizo de Morfeo, que nunca llega a tiempo cuando se le requiere y es el primero en llegar en los momentos álgidos. No obstante, no ha sido un día duro, así que no me podréis robar esta sonrisa con la que me sorprenderá el alba en unas pocas horas....

NOTA: la foto la tomé el pasado lunes 1 de agosto en el precioso pueblo portugués de Monsaraz, que por supuesto os recomiendo visitéis porque tiene unas vistas maravillosas y el pueblo rebosa una paz abrumadora.